Un estándar es un requisito, regla o recomendación basada en principios probados y en la práctica. Representa un acuerdo de un grupo de profesionales oficialmente autorizados a nivel local, nacional o internacional y se divide en tres tipos.
Locales: diseño o práctica aceptada desde una industria, organización profesional o entidad empresarial.
Nacionales: convención aceptada por una amplia variedad de organizaciones dentro de una nación.
Internacionales: consenso entre organizaciones de estándares a nivel mundial.
El objetivo de los estándares es hacer las cosas más fáciles, definiendo características de objetos y sistemas que se utilizan cotidianamente. El diseño de un teclado de teléfono es un estándar que se utiliza continuamente.
Los estándares software se aplican generalmente a características básicas de la interfaz de usuario. Con el hecho de desarrollar estándares para la interfaz se intenta conseguir un software más fácil y seguro, estableciendo unos requisitos mínimos de fabricación y eliminando inconsistencias y variaciones innecesarias en las interfaces.
Los estándares de iure son generados por un comité con estatus legal y están avalados por el apoyo de un gobierno o institución para producir estándares. Para hacer un estándar de iure se ha de seguir un proceso complejo.
Los estandareas conciderados mas importantes son:
ISO: Organización Internacional para Estándares

IEC: Comisión Electrotécnica Internacional
ANSI: Instituto Nacional Americano para Estándares

IEEE: Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos Americano. Asociación para Estándares

CEN: Comité Europeo para la Estandarización

W3C: World Wide Web

Estándar de facto
Son estándares que nacen a partir de productos de la industria que tienen un gran éxito en el mercado, o bien a partir de desarrollos hechos por grupos de investigación de universidades y que tienen una gran difusión. Estos productos o proyectos de investigación llegan a tener un uso muy generalizado, convirtiéndose, por tanto, en estándares de facto.